
«Viajar en bicicleta es más que rodar de un punto A a un punto B. Es abrazar la libertad, escuchar la naturaleza y descubrirnos a nosotros mismos en cada pedalada».
Si alguna vez has soñado con dejarlo todo, cargar tu bici y lanzarte a la carretera (o al camino de tierra) sin mirar atrás, estás a punto de descubrir que el bikepacking y el cicloturismo son dos mundos tan apasionantes como diferentes. Cada uno tiene sus ventajas, sus retos y su propia magia.
A lo largo de este artículo encontrarás referencias directas a otros recursos que profundizan en temas cruciales para tu aventura: qué bolsas elegir, qué comer si sigues una dieta específica, cómo preparar tu equipaje sin volverte loco o cómo hacer el Camino de Santiago en Bici Eléctrica.
La idea es que, al terminar de leer, tengas una visión global de lo que implica viajar en bici y, sobre todo, cuentes con herramientas prácticas para lanzarte a la ruta con confianza, sin importar si tu plan es pedalear dos días o completar una travesía épica de cientos de kilómetros.
1. ¿Qué es realmente el Bikepacking y por qué está en boca de todos?
El bikepacking se ha convertido en la forma favorita de viajar para quienes buscan agilidad, ligereza y un contacto más íntimo con la naturaleza. ¿De qué va? En pocas palabras, es la evolución natural del cicloturismo tradicional: en lugar de usar pesadas alforjas laterales, se opta por bolsas para bikepacking ancladas a distintas partes del cuadro (manillar, sillín, triángulo principal), logrando una distribución equilibrada del peso y facilitando el pedaleo por terrenos complicados.
- Menos peso, más libertad: Aquí no hay espacio para la cafetera italiana ni para la mitad de tu armario. Se trata de llevar lo justo y necesario, fomentando un espíritu minimalista.
- Mayor maniobrabilidad: Sin grandes bultos a los lados, la bicicleta se siente más ligera y versátil en senderos de montaña, caminos con grava o incluso tramos de carretera con viento lateral.
Si te llama la atención este estilo, en nuestro artículo Cómo Empezar en Bikepacking: Guía Completa para Aventureros en Dos Ruedas encontrarás una hoja de ruta con consejos prácticos para dar los primeros pasos. Desde la elección de la bici hasta cómo empezar en bikepacking con poco presupuesto.
2. Cicloturismo Tradicional: la esencia de rodar con alforjas
Por otro lado, el cicloturismo tradicional sigue vivo y dando guerra. Si no te da miedo llevar un poco más de carga, o si buscas un viaje de larga duración con las comodidades de un equipaje más amplio, este formato te puede encantar.
- Capacidad de carga: Las alforjas laterales te permiten llevar desde ropa para varios días hasta utensilios de cocina o repuestos.
- Estabilidad en rutas de asfalto: Para muchos, el placer de rodar tranquilamente por carreteras secundarias es incomparable, y las alforjas cumplen su función con nota.
- Menos minimalismo, más confort: Si viajas con familia o planeas acampar varios días sin acceso a tiendas, llevar equipación extra es un plus.
¿Y si quieres experimentar lo mejor de los dos mundos? Nada te impide hacer una configuración híbrida: un par de alforjas traseras ligeras y una bolsa de cuadro para reparto extra del peso.

3. ¿Qué modalidad es mejor para ti?
La elección entre bikepacking vs. cicloturismo depende de tres factores clave:
- Tipo de rutas: ¿Piensas adentrarte en senderos, caminos de tierra o trialeras? El bikepacking te lo pondrá más fácil.
- Duración del viaje: Si tu plan es una escapada de fin de semana, con poco equipaje te basta; pero si vas a estar un mes de aventura, quizá quieras la amplitud de las alforjas.
- Estilo personal: ¿Eres minimalista o prefieres llevar comodidades extra? No hay respuesta universal.
En cualquier caso, si te marean las opciones y no sabes exactamente qué llevar a un bikepacking para no quedarte tirado en mitad del monte, echa un vistazo a la Lista de Bikepacking (la de verdad). Allí encontrarás un checklist muy completo (incluye PDF descargable) que te garantiza no olvidar nada esencial.
4. Cómo organizar tu equipaje sin volverte loco
H3: Consejos básicos para empacar eficientemente
- Clasifica tu equipo: Agrupa tus objetos en categorías: ropa, cocina, higiene, herramientas, electrónica… Así sabrás de un vistazo qué es indispensable y qué es prescindible.
- Priorización: ¿Realmente usarás ese objeto? ¿Te compensa cargar con él durante días? Este proceso de descarte es fundamental.
- Prueba y error: Haz un simulacro: coloca todo sobre la bicicleta y da una vuelta corta. ¿Sobresale algo? ¿Te resulta pesado? Ajusta y repite hasta sentirte cómodo.
Para una guía paso a paso, te recomiendo leer Cómo preparar el equipaje para bikepacking sin volverte loco. Allí verás cómo distribuir el peso, qué tipo de bolsa encaja mejor en cada parte de la bici y cómo evitar el temido efecto lavadora (ese bamboleo que puede desestabilizarte).
5. El tema de la comida: Bikepacking vegano y vegetariano
¿Se puede ser vegano o vegetariano y sobrevivir a una ruta larga? ¡Claro que sí! Pedalear no está reñido con llevar una dieta basada en vegetales. Solo hace falta un poco más de planificación:
- Proteínas vegetales: Legumbres deshidratadas, tofu o frutos secos son excelentes opciones para cubrir tus necesidades.
- Snacks saludables: Barritas energéticas caseras, fruta deshidratada y semillas para picar en marcha.
- Hidratación adecuada: Lleva siempre un buen sistema de agua y, si tu ruta es exigente, añade sales minerales o electrolitos.
Si quieres consejos más específicos, echa un vistazo a Bikepacking vegano y vegetariano: Guía práctica de comida, snacks y consejos para rutas sin carne. Encontrarás ideas sencillas para mantener la energía sin sacrificar tus principios alimentarios.

6. Elegir las bolsas para bikepacking: ¿Cuáles necesitas de verdad?
Puede que te preguntes si tienes que hipotecar tu casa para conseguir una buena bolsa de cuadro, la bolsa de manillar o la bolsa de sillín perfecta. La respuesta es: no necesariamente. Existen marcas prestigiosas y modelos de gran calidad, pero todo dependerá de:
- Longitud y exigencia de la ruta: Para trayectos cortos, quizás con una bolsa de sillín y un pequeño frame bag te baste.
- Clima y resistencia al agua: Si anticipas mucha lluvia, invierte en bolsas impermeables.
- Presupuesto: Puedes combinar bolsas de alta gama con otras más económicas, siempre que protejas bien lo que lleves dentro.
Si estás dudando entre varios modelos y no quieres acabar con media docena de bolsos que jamás usarás, te recomiendo leer Cómo elegir las bolsas para bikepacking (sin llevar media casa). Allí aprenderás a invertir con cabeza y a elegir lo que realmente necesitas.
7. El Camino de Santiago: una ruta para todos los gustos
El Camino de Santiago es, para muchos, la puerta de entrada al cicloturismo. Y es que la mezcla de paisaje, espiritualidad y reto físico lo convierten en una de las aventuras más populares.
7.1. ¿Por qué intentarlo con una bici eléctrica?
¿Crees que no estás preparado físicamente para largas jornadas de pedaleo? ¿Te preocupa el desnivel de algunas etapas? Entonces puede que te interese el Camino de Santiago en Bici Eléctrica. Aquí descubrirás:
- Cómo planificar las etapas: Adaptándolas a la autonomía de tu e-bike.
- Dónde cargar tu bicicleta: Consejos prácticos para no quedarte sin batería en pleno monte.
- Equipaje recomendado: La bici eléctrica añade algo de peso extra, así que la distribución del equipaje cobra aún más importancia.
7.2. Evita los errores más comunes
Puede que, como todo novato, cometas despistes que luego resultan costosos. Desde no llevar las herramientas adecuadas hasta sobrecargar la bicicleta de “por si acasos” inútiles. Pero no te preocupes: en el artículo Los 7 errores más tontos que cometí en el Camino de Santiago (y cómo evitarlos) encontrarás confesiones sinceras y soluciones sencillas para afrontarlos. Créeme, aprenderás más de esas meteduras de pata que de cualquier otro consejo.
8. ¿Y si combino alforjas con bikepacking?
A veces nos encasillamos en “o alforjas o bolsas de bikepacking”, pero mezclar puede ser la mejor opción. Por ejemplo, llevar alforjas traseras muy ligeras y, en la parte delantera, una bolsa de manillar para elementos de acceso rápido (chubasquero, mapa, snacks).
Ventajas de la configuración híbrida:
- Más volumen sin perder maniobrabilidad
- Organización sencilla (lo “blando” atrás, lo “rápido” delante)
- Ideal para viajes de media-larga duración
Si estás dudando porque solo has visto fotos de ciclistas con todo el equipo minimalista y no quieres renunciar a cierta comodidad, esta alternativa intermedia puede ofrecerte lo mejor de ambos mundos.
9. Consejos prácticos antes de lanzarte a la ruta
9.1. Entrena tu cuerpo (y tu mente)
No subestimes el reto de pasar horas sobre el sillín. Aunque el bikepacking o el cicloturismo sean más relajados que una competición, tu cuerpo agradecerá una base mínima de entrenamiento:
- Empieza con salidas cortas y ve aumentando el kilometraje poco a poco.
- Incorpora ejercicios de fuerza para piernas y core (te ayudarán a mantener una buena postura).
- Practica la respiración y la paciencia: habrá días duros, y tu mayor aliado será una mentalidad positiva.
9.2. Revisa y ajusta tu bicicleta
Un mal ajuste de la altura del sillín o del manillar puede arruinar toda la experiencia. Visita a un experto en biomecánica o, al menos, revisa estos puntos básicos:
- Altura y retroceso del sillín
- Posición de las calas (si usas pedales automáticos)
- Longitud de la potencia y ángulo del manillar

9.3. Haz un test de tu equipaje
Antes de partir, carga todo en la bicicleta y haz una ruta de prueba de al menos 20-30 km. Anota qué te resulta incómodo, si alguna bolsa roza con la rueda o si te falta algo esencial. Ajusta y depura.
10. Dónde dormir y cómo organizar las etapas
Ya sea que elijas un viaje de bikepacking o con alforjas, planificar mínimamente dónde vas a pasar la noche te ahorrará muchos quebraderos de cabeza:
- Camping salvaje o zonas acotadas: Depende de la legislación del país o de la comunidad autónoma en la que te encuentres. Infórmate bien para evitar multas o sorpresas desagradables.
- Albergues y hostales: El Camino de Santiago es famoso por su red de albergues, pero si haces rutas menos transitadas, siempre es bueno saber de antemano dónde están los alojamientos.
- Couchsurfing o Warmshowers: Plataformas donde otros ciclistas o amantes de los viajes te acogen en su casa a cambio de historias y buena compañía.
11. Ajustando el presupuesto: viaja sin arruinarte
Si algo tienen en común el bikepacking y el cicloturismo es que pueden ser muy económicos en comparación con otros tipos de turismo. Sin embargo, hay gastos que no puedes pasar por alto:
- Mantenimiento de la bici: Una revisión previa puede ahorrarte incidentes costosos en plena ruta.
- Comida y alojamiento: Aunque lleves tus propios snacks y duermas en tienda de campaña, habrá ocasiones en las que necesites un buen plato caliente o una cama mullida.
- Equipamiento esencial: Invertir en una bolsa de calidad o unas buenas alforjas te evitará quedarte con todo empapado tras una tormenta.
Para quienes quieran reducir costes, hay muchas opciones de segunda mano o rebajas de temporada. Y recuerda: más caro no siempre significa mejor, sobre todo si no vas a hacer un uso intensivo del material.
12. Reflexiones finales para tu gran aventura
Al final del día, lo más importante es disfrutar del viaje y adaptarlo a tu propia manera de entender el mundo. Algunas personas se sienten plenas durmiendo en una hamaca bajo las estrellas, mientras que otras prefieren un colchón y un techo seguro. Unos llevan la cocina entera para preparar platos gourmet, y otros sobreviven a base de barritas.
La clave está en escuchar tu cuerpo, aprender de cada kilómetro y no obsesionarte con cubrir grandes distancias si eso te quita las ganas de seguir. Recuerda que viajar en bici es un placer, no una obligación.
El secreto está en dar la primera pedalada
Muchas veces posponemos nuestros planes por miedo a no tener el mejor equipamiento o a no estar en la forma perfecta. Pero lo único que importa es arrancar. No esperes el momento idóneo, créalo tú mismo.
- Si optas por el bikepacking, prepara tu configuración minimalista, entrena un poco y sal a descubrir caminos menos transitados.
- Si prefieres el cicloturismo clásico, ponte las alforjas y lánzate a recorrer carreteras secundarias que te llevan a pueblos llenos de historia.
- ¿O por qué no mezclar ambas opciones? La bici es tu aliada y tu imaginación es el límite.
Al final, el viaje perfecto no es el que haces sin errores, sino el que aprendes a disfrutar a pesar de ellos. Cada kilómetro recorrido es una experiencia que quedará para siempre en tu memoria. Y eso, sin duda, es lo que hace de viajar en bicicleta una de las aventuras más enriquecedoras que puedes vivir.

¡Ahora te toca a ti!
- Elige tu modalidad (bikepacking o alforjas, o ambas).
- Prepara el equipaje con la ayuda de nuestras guías.
- Sal a rodar y comparte tus experiencias.
La carretera, el camino y la montaña están listos para ti. ¿Te atreves a dar la primera pedalada? ¡Pues dale! Y si en el trayecto necesitas más ayuda, ya sabes que cuentas con todos estos recursos para que tu aventura en dos ruedas sea inolvidable.
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