
Errores Camino de Santiago: Los 7 más tontos que cometí (y cómo evitarlos)
Hacer el Camino de Santiago fue una de las mejores decisiones de mi vida. Pero también una de las que más lecciones me enseñó a base de errores. De esos que podrías evitar si alguien te lo contara sin rodeos, como una amiga que te dice la verdad aunque duela un poco. Pues aquí va: los 7 errores más tontos que cometí como peregrina para que tú no los repitas.
Porque el Camino de Santiago es transformador, sí. Pero no por eso tiene que doler más de la cuenta. Evita estos errores y disfruta cada paso.
1. Llenar la mochila como si fuera el fin del mundo
El exceso de peso es el primer enemigo del Camino de Santiago
Llevaba la mochila llena de «por si acasos»: tres camisetas técnicas de más, dos pares de pantalones, jabones, botiquín XXL y hasta un libro. Resultado: 11 kg a la espalda, rozaduras en los hombros y una lección aprendida a golpe de ampolla.
Consejo real: lleva solo lo que usarías dos veces en una semana. Nada de «por si…». Mejor lavar que cargar.
2. Pensar que cualquier zapatilla sirve
Elegir el calzado correcto para el Camino de Santiago lo cambia todo
¿Mi error? Estrenar zapatillas. Mal. Muy mal. A los 25 km del primer día tenía los pies como si hubiera bailado 10 horas seguidas en una boda.
Consejo real: usa calzado con el que ya hayas caminado 60-80 km. Que esté domado. Con buena amortiguación y que respire. Calcetines técnicos, sin costuras. Y si puedes, lleva chanclas para descansar los pies al llegar.

3. No entrenar antes de salir
Prepararse físicamente para el Camino de Santiago es esencial
Pensaba que caminar era suficiente. Que el cuerpo aguantaría porque, total, andar es algo que hacemos cada día. Pero hacer entre 20 y 30 kilómetros diarios, con peso, desnivel, calor y cansancio acumulado, no es lo mismo. Es uno de los errores más habituales entre los peregrinos primerizos: subestimar la exigencia física del Camino.
Consejo real: si vas a hacer el Camino a pie, empieza caminando una hora al día al menos un mes antes. Luego añade peso, prueba tu mochila real, y aumenta progresivamente las distancias. Sube cuestas, entrena en diferentes terrenos y, si puedes, encadena varios días seguidos para simular las etapas.
¿Vas a hacer el Camino en bici? Lo mismo. Haz salidas de 50-60 km con alforjas. Si es en ebike, entrena sin asistencia algunos días para fortalecer piernas. Una buena preparación te evita lesiones, bajones de ánimo y sobre todo: perderte el disfrute.
4. Seguir el ritmo de otros
El Camino de Santiago es tuyo: no lo conviertas en una carrera
Uno de los errores más comunes de los peregrinos primerizos es compararse. Con el de al lado, con la etapa estándar de la guía, con los que hacen 30 km como si nada. Yo lo hice. Coincidí con un grupo que caminaba como si estuviera en la final de una ultra trail. Y claro, intenté seguirles. Resultado: ampollas, frustración y sensación de fracaso. Porque me creía lenta. Porque no me permití ir a mi ritmo.
Consejo real: el Camino no es una competición. Es una experiencia personal. Escucha tu cuerpo y tu ánimo. Si un día puedes con 10 km, y al siguiente con 25, perfecto. Haz paradas, respira, observa. Esto no es un entrenamiento militar: es un viaje interior. Y uno que te pertenece.
5. No hidratarme ni comer bien
Alimentación e hidratación en el Camino de Santiago: tu gasolina diaria
Me salté comidas. Bebí menos de lo necesario. Resultado: me bajó la tensión en mitad de una etapa y acabé tirada a la sombra de una encina.
Consejo real: lleva frutos secos, fruta deshidratada o barritas. Come algo cada 2-3 horas. Bebe pequeños sorbos con frecuencia. Tu cuerpo es tu motor.
👉 Si haces rutas largas, aquí tienes una guía práctica para comer bien siendo vegana o vegetariana.
6. No planificar ni una sola etapa
Ir sin expectativas está bien, pero sin información es un error en el Camino de Santiago
Pensaba improvisar. Pero acabé sin alojamiento, andando de noche y comiendo un paquete de galletas porque no sabía que no había bares en todo el tramo.
Consejo real: infórmate: distancia, puntos de agua, desnivel, pueblos intermedios, opciones de dormir. La libertad también se planifica un poco.
👉 Planifica bien con esta guía de albergues del Camino de la Lana actualizada a 2025.
7. No cuidar la salud mental
El Camino de Santiago también se camina por dentro
Hubo etapas en las que lloré. De soledad, de cansancio, de no saber qué hacía allí. Y eso también forma parte del viaje.
Consejo real: habla con otros. Escribe. Permítete sentir. No tienes que estar feliz todo el tiempo. El Camino es también introspección.
¿Y si ya cometí errores en el Camino de Santiago?
Bienvenida al club. Yo también. Y sigo aquí, amando el Camino, volviendo a él siempre que puedo. Lo importante no es hacerlo perfecto. Es hacerlo tuyo. A tu manera. Con tus pies, tus dudas y tu mochila medio mal hecha.
Y si estás preparando tu primer Camino, aquí van algunos extras que me habría encantado saber antes:
- Qué llevar en la mochila para el Camino de Santiago: haz una lista realista. No te dejes llevar por lo que ves en foros o vídeos. Cada cuerpo y cada ruta tienen necesidades distintas.
- Cómo elegir la mejor época para hacer el Camino de Santiago: primavera y otoño son ideales por clima y afluencia. En verano hace calor, y en invierno hay menos servicios abiertos.
- Errores comunes de los peregrinos primerizos: sobrevalorar tu condición física, no cuidar los pies, llevar calzado inadecuado y no protegerte del sol.
- Cómo evitar las ampollas en el Camino: usa vaselina, calcetines técnicos y dedica 5 minutos diarios al cuidado de tus pies. Te cambia la experiencia.
👉 Si quieres profundizar en los preparativos, lee también nuestra guía sobre cómo preparar el Camino de Santiago paso a paso.
Y recuerda: cometer errores también forma parte del aprendizaje. Pero si puedes evitarlos, mejor. Para eso estamos aquí. Para acompañarte, desde la voz de alguien que ya los cometió.
Enlaces externos útiles
- Santiago-compostela.net — Historia, contexto y cultura del Camino.
- Gronze.com — Albergues, mapas y etapas actualizadas para cada ruta.
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