Camino de la lana RTVE

Nuestros Caminos. a Santiago

Camino de la Lana – RTVE

¿Has sentido alguna vez que necesitas caminar lejos del ruido, en un lugar donde cada paso te devuelva a lo esencial?


El Camino de la Lana es eso y mucho más.

Esta antigua vía, que une Monteagudo de las Salinas (Cuenca) con Burgos, recorre más de 400 kilómetros de paisajes solitarios, pueblos acogedores y caminos cargados de historia. Aquí no hay multitudes. No hay prisa. Solo tú, tu mochila y el sonido de tus propios pasos en mitad de la naturaleza.

El nombre de esta ruta no es casualidad. Durante siglos, los comerciantes de lana atravesaban estos mismos caminos llevando sus mercancías desde el sur hasta el norte de la península. Hoy, quienes recorren el Camino de la Lana buscan algo aún más valioso: una experiencia auténtica de peregrinación, lejos de los caminos más masificados como el Francés o el Portugués.

Puede que te preguntes si está bien señalizado. Lo está, aunque hay tramos en los que necesitarás confiar en tus sentidos o llevar una buena aplicación de rutas. O quizás te preocupe la soledad. Y sí, es posible que haya días en los que camines horas sin cruzarte con nadie. Pero esa soledad no pesa: te acompaña, te enseña, te susurra cosas que en la vida diaria no siempre escuchamos.

¿Hace falta preparación?


Un poco. El Camino de la Lana exige fondo físico y mental. Hay etapas largas, con escasos servicios entre pueblos, y por eso es importante llevar agua, algo de comida y siempre un plan B en caso de necesidad. Aquí, más que en otros caminos, el sentido de la aventura cobra todo su significado.

Si te preocupa dónde dormir, no te agobies. Aunque hay menos albergues que en otras rutas, siempre encontrarás casas rurales, alojamientos municipales o pequeños hostales donde recuperar fuerzas. Y si decides desviarte hacia joyas como Sigüenza, no te arrepentirás: cada kilómetro extra te regala historia, patrimonio y hospitalidad.

Primavera y otoño son, sin duda, las mejores épocas para lanzarte a esta aventura. Evitarás los rigores del verano y disfrutarás de campos verdes, cielos despejados y temperaturas más amables.

¿Y la Compostela?


La puedes conseguir: solo necesitas continuar caminando desde Burgos, sumándote al Camino Francés para llegar hasta Santiago de Compostela. Será el broche perfecto para un viaje que, te aseguro, no olvidarás jamás.

El Camino de la Lana no es solo un recorrido en el mapa.
Es un encuentro.
Contigo mismo. Con la historia. Con la belleza sencilla de lo que no necesita adornos para ser extraordinario.

¿Te animas a caminarlo?

👉 «¿Te gustaría planificar tu Camino de la Lana?
Descubre nuestras guías gratuitas y empieza a preparar tu aventura.

Scroll al inicio
Esta página web utiliza cookies   
Privacidad