Sigüenza – Atienza


Etapa 10

Camino de la lana

Descripción de la etapa:

La etapa entre Sigüenza y Atienza es un recorrido de aproximadamente 33 kilómetros que destaca por sus contrastes paisajísticos, su riqueza histórica y algunos tramos físicamente exigentes.

Este tramo combina la tranquilidad de campos de cultivo y vegas fluviales con subidas pronunciadas, especialmente en la zona de Santamera y la Sierra de la Bodera.

La etapa sorprende por su excelente señalización y su cartelería informativa, que guía al peregrino a través de pueblos con encanto medieval y entornos naturales únicos.



Camino de la Lana por la Olmeda

Inicio en Sigüenza (0-9 km)

La jornada comienza en la Plaza Mayor de Sigüenza, junto a la panadería-cafetería Gustos de Antes, un lugar perfecto para tomar un buen desayuno y comprar pan de calidad para el camino. Desde allí, seguimos por la calle Humilladero y giramos hacia la amplia calle Villaviciosa, que alberga dos magníficos edificios barrocos: el antiguo Palacio Episcopal y el Convento de los Jerónimos.

Atravesando la calle Santa Bárbara, dejamos atrás el cuartel de la Guardia Civil y cruzamos el río Henares y las vías del tren. A la derecha, se puede ver la estación ferroviaria. Tras un ascenso por carretera asfaltada durante unos 500 metros, el sendero se desvía hacia una pista de tierra que desciende suavemente hacia un amplio valle. Este primer tramo es cómodo y permite disfrutar del apacible paisaje rural de campos de cultivo.

Aproximadamente a los 3,5 kilómetros llegamos a Palazuelos, una pequeña localidad amurallada que sorprende por la conservación de su conjunto histórico. Entramos por una de las puertas de la muralla, encontrando una fuente en la plaza principal junto al rollo jurisdiccional. Salimos por la puerta norte y tomamos una pista de tierra rectilínea, coincidiendo con la Ruta del Quijote. Este camino, bien señalizado, conduce entre campos abiertos hasta el siguiente hito.

De Palazuelos a La Olmeda de Jadraque (9-17 km)

El camino continúa entre vegas irrigadas por arroyos y pasa junto a un descansadero con mesas y bancos, diseñado como área de descanso para los caminantes. Poco después, llegamos al paraje de Las Salinas de la Olmeda, de origen medieval y aún en explotación. Aunque el acceso está limitado, si no hay actividad en el lugar, es posible pasar y contemplar estas históricas salinas.

La Olmeda de Jadraque, a la que llegamos tras una carreterilla en ascenso, es una población sin servicios, pero cuenta con una fuente en la plaza principal. Este tramo destaca por sus vistas y por la tranquilidad que ofrece al peregrino.

De La Olmeda de Jadraque a Santamera (17-23 km)

El camino desciende suavemente en dirección al río Salado, donde se encuentra la pequeña localidad de Santamera, enclavada entre paredes de caliza y vegetación exuberante. Este pueblo, habitado por un grupo alternativo amante del arte y la tranquilidad, cuenta con un centro social donde es posible descansar y compartir conversación. Las fuentes distribuidas en el pueblo son un alivio para el peregrino antes de afrontar el tramo más duro de la etapa.

Cruzando el río Salado por un puente, nos enfrentamos a una subida corta pero de gran pendiente, que supone el mayor reto físico del día. Una vez alcanzado el collado, el descenso hacia una pista amplia permite recuperar fuerzas mientras se disfrutan de las vistas panorámicas.

De Santamera a Riofrío del Llano (23-28 km)

El camino, bien señalizado, serpentea entre llanuras de cultivo y pequeñas zonas boscosas antes de llegar al valle del río Regacho y a Riofrío del Llano. Este pueblo, aunque pequeño, ofrece una plaza con fuente y la iglesia de Santa Catalina de Alejandría, que destaca por su belleza. Desde allí, el sendero asciende nuevamente, pasando junto a una ermita antes de adentrarse en un denso bosque de quejigos, creando un tramo especialmente agradable para caminar.

De Riofrío del Llano a Atienza (28-33 km)

La salida del bosque nos lleva a una llanura que ofrece las primeras vistas del castillo de Atienza, visible desde varios kilómetros de distancia. La entrada a esta histórica villa se realiza por la empedrada calle Herrerías, que desemboca en la Plaza de España.

Atienza es un lugar perfecto para terminar la jornada, con su impresionante castillo, restos de murallas y numerosas iglesias y ermitas que reflejan su esplendor medieval. El alojamiento en lugares como el Hotel Rural El Mirador de Atienza, con opciones para cenar y lavar la ropa, añade comodidad al final de una etapa exigente pero enriquecedora.

Reflexiones finales

La Etapa 10 del Camino de la Lana es un desafío por su longitud y las subidas puntuales, pero ofrece una experiencia única gracias a la diversidad de paisajes y la riqueza histórica de los pueblos atravesados. Desde las murallas de Palazuelos hasta el imponente castillo de Atienza, cada tramo invita a disfrutar sin prisas de los detalles.

Consejos para el peregrino:

  • Avituallamiento: Las localidades carecen de servicios, por lo que es esencial salir bien preparado desde Sigüenza.
  • Climatología: El tiempo puede ser variable, así que lleva ropa adecuada para cambios bruscos.
  • Ritmo: Aunque algunos tramos son exigentes, la clave es caminar con calma y disfrutar de los entornos naturales y culturales.

Esta etapa, con sus desafíos y recompensas, encarna el espíritu del Camino de la Lana: una combinación de esfuerzo, descubrimiento y conexión con el pasado y la naturaleza.

¡Buen camino, peregrino! 🌄

Alojamientos

Nombre Ubicación Precios Servicios Dirección Contacto
Acogida Municipal Céntrico Desayuno € 6 (opcional) Localización 949.399.001
Scroll al inicio
Esta página web utiliza cookies   
Privacidad